jueves, 6 de diciembre de 2012

Romance a bordo, en un guión que va camino al naufragio



“Amor a mares” es una comedia de enredos argentina protagonizada por Luciano Castro y Paula Morales. Además cuenta con las participaciones especiales de Gabriel “Puma” Goity, Miguel Ángel Rodríguez, Agustina Córdova, Nacho Gadano y Luisa Kuliok.

Dirigida por Ezequiel Crupnicoff, la película se centra en la historia de Javier (Castro), un escritor que está atravesando una crisis creativa porque su mujer lo abandonó debido a su obsesión por el trabajo. Se siente un fracasado y su enojo con la vida es inmenso. Mientras tanto, su editor (Rodríguez) lo apura para que presente un nuevo libro y retome su camino como joven promesa de la literatura.  Mediante una propuesta falsa, lo empuja a embarcarse en un lujoso crucero en busca de nuevas historias que lo ayuden a estimular su inspiración. El desarrollo del guión se basa en las situaciones que se suceden a bordo, a partir de la observación que Javier ejerce sobre los comportamientos de un matrimonio joven (Morales y Gadano), que a primera vista parecen una pareja perfecta y feliz, pero con el correr de los días irán descubriendo sus debilidades y secretos.

La trama es tan simple como estereotipada. Los personajes no sorprenden y los espectadores pueden adivinar los desenlaces en la medida que se desarrollan las situaciones. Afortunadamente, aparece “Larry”, el personaje que interpreta el “puma” Goity, siempre fiel y exitoso en papeles de carácter cómico y chabacano, quien por lo menos, le suma un poco de humor a la historia y logra “robarle” alguna sonrisa al público a fuerza de simpatía y gags reiterativos.

No pasa lo mismo con los otros personajes, incluso con el protagonista central, su interpretación es algo vacía y sus líneas no fluyen con naturalidad. Aunque el problema no está en el trabajo de los actores en sí, sino en el propio hilo de la trama, que se nutre de situaciones poco felices, con chistes y momentos muy trillados, incluso en el drama  amoroso. El film, que podría inscribirse dentro del género de comedia romántica, se torna iluso y demasiado obvio, no sólo por su final, sino por el giro de los personajes.

Aunque el cliché es una resolución muy común en las comedias del género, y las grandes y memorables producciones de Hollywood se especializan en la utilización de este recurso, en “Amor a mares” el resultado final es el de una pieza que deja al espectador con gusto a poco y pensando que sólo se trata de una historia más. Lo que de todas formas no significa que no pueda dársele una oportunidad a esta película que ofrece un hermoso paisaje marítimo y muestra desde adentro los lujos y divertimentos de un viaje en crucero.

El producto podría casi entenderse como una publicidad encubierta. Si así lo fuera, sería un ostentoso trabajo audiovisual contextualizado por una diversidad de anécdotas un poco tontas, personajes malamente estereotipados y un guión que, sin relatar la historia de un naufragio, revela minuto a minuto las razones del por qué de su cataclismo de ideas.


Viviana Cipolla
Corresponsal Espectáculos – “La fama es puro cuento”
Diciembre 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario