viernes, 24 de diciembre de 2010

"TITA DE BUENOS AIRES"



“A todos, gracias por creer que yo fui algo más de lo que soy”

Tita Merello vivió intensamente cada momento de su vida, fue una gran artista y una consejera. Solitaria, de humor punzante y temperamento fuerte, supo generar odios y amores, opiniones a favor y en contra.

En su cumpleaños número 95 le dejó un mensaje a la gente: “A todos, gracias por creer que yo fui algo más de lo que soy”. Es de suponer que, aún hoy, el agradecimiento a su público sigue tan vigente como está ella en los corazones de todos los argentinos.

Nació el 11 de octubre de 1904 en el barrio de San Telmo, en un conventillo ubicado en la esquina de Balcarce y San Lorenzo. Hija de madre uruguaya y padre argentino, fue bautizada como Ana Laura, pero siempre se la conoció como “Tita”.

A los 4 años fue abandonada en un asilo donde estuvo hasta los 10. Después marchó a Montevideo y más tarde vivió en Magdalena, hasta que volvió a la Capital Federal y se instaló en una pensión de la calle Corrientes.

De sus comienzos dijo: “Llegué al cine y al teatro por unas palabras que me ofendieron. Alguien me dijo ´Me voy a tener que desprender de los caballos o de las queridas´. Entonces yo le respondí: ´Despréndete de mí porque mañana yo me voy´. Y me fui a la Capital, de bataclana. Así empecé”.

A los 20 años entró al mundo del teatro, en coros de revista. Y de allí pasó a la comedia y al drama, con obras como “La mala ley”, de Manuel Linares Rivas, “La propia estimación”, de Jacinto Benavente, “Santa María del Buen Aires”, de Enrique Larreta y “La tigra”, de Florencio Sánchez.

A fines de los años 30, comenzó a compartir los escenarios y las cámaras con figuras como Hugo del Carril, Tito Lusiardo, Pepa Arias, Angel Magaña y Santiago Arrieta.

Vivió su consagración como actriz con las películas “Filomena Marturano”, de Luis Mottura y “Los Isleros”, de Lucas Demare.

En 1933 protagonizó “Tango”, la primera película sonora argentina, junto con Luis Sandrini, Libertad Lamarque y Pepa Arias.

Debutó en televisión en 1962 con “Tangos en mi recuerdo por orden de aparición”, y posteriormente realizó “Vivimos así”, bajo la dirección de David Stivel, programa que debió abandonar por problemas de salud.

Además, escribió las letras de los tangos “Llamarada pasional”, “Decime Dios dónde estás” y “Muchacha rana” y, en 1972, publicó su libro “La calle y yo”, con cuentos relatos y reflexiones.

En 1976, se incorporó al elenco de teatro Astros, en la revista que encabezaba Adolfo Stray y Thelma Tixou. Ese mismo verano participó de la temporada marplatense en un show que contaba con figuras como Mariano Mores, Los Chalchaleros y Héctor Gagliardi. Actuó en varias temporadas en Mar del Plata junto con Hugo del Carril y Enrique Dumas.

Retornó al cine de la mano de Alejandro Doria, en su película “Los miedos” en 1980.

Tita recibió varios premios y menciones, en 1987 fue nombrada “vecina honorable” de la ciudad de Villa Gesell y, algunos meses después, “ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, por ser un “mito viviente de la iconografía porteña”. Además, la Asociación Argentina de Actores le otorga el Premio Pablo Podestá en 1991.

Por otra parte, la actriz también recibió distinciones de parte de los vecinos de la ciudad. En 1993, la Asociación Amigos de la Avenida Corrientes descubrió un monumento construido frente a su antigua casa y, en 1999, la Asociación Vecinal de San Cristóbal inauguró una plaza con su nombre, en la cortada de Jenner y Combate de los Pozos.

Sus amores

Su gran amor fue el actor Luis Sandrini, el hombre que la marcó eternamente y con quien compartió diez años de su vida. A ese amor, que fue público, se comenta que le escribió el tango “Llamarada pasional”. Cuentan sus allegados que en su casa había una silla vacía que pertenecía a Sandrini y que nadie volvió a utilizar después de él.

En 1992, Tita se encontró con Malvina Pastorino, el otro amor de Luis Sandrini, frente a las cámaras. Susana Giménez fue quien logró unir en su programa sobre el Día del Amigo a las dos mujeres que amaron al mismo actor.

Merello también se refirió públicamente a otro de sus hombres, cuando, en 1997, llamó sorpresivamente por teléfono al programa de Mirtha Legrand y le aclaró que no tenía nada contra ella y que el amor que existió entre su fallecido esposo y ella había terminado cuando Tinayre conoció a “Chiquita”. “Se enamoró de mí, pero se casó con ella”, aclaró.

Sobre su estado civil, declaró que el único traje blanco que usará “será el que me pondrán cuando muera, pues no tomé la comunión ni me casé”.

En la Fundación Favaloro

Tita Merello pasó los últimos años de su vida en la fundación del Dr. René Favaloro.

Ingresó en abril de 1998, pero cuando le dieron el alta siete meses después, dijo que debía quedarse allí. “Estoy bajo control. No estoy enferma, pero me tienen que controlar esas arterias del corazón. Eso pasa por haber amado tanto”, declaró la actriz.

Tras el trágico suicidio del Dr. Favaloro en septiembre de 2000, Tita se mostró muy conmovida y reflexionó sobre la gran pérdida: “Los hombres y mujeres de la Fundación nos quedamos sin padre. Tengo un retrato de él en mi altar”.

Enseñanzas

Además de haber demostrado que fue una de las mejores artistas argentina de todos los tiempos, “Tita de Buenos Aires” enseñó con sus palabras y reflexiones.

Examen ginecológico. Siempre se preocupó por la salud de los demás y, tras una internación en el servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas, comenzó a popularizarse por aconsejar, por televisión, a todas las mujeres que se hicieran el Papanicolau.

Amistad. Sobre los amigos, confesó que cambian con los años. “Hay gente que, hace veinte años, te decía “te quiero”, y hoy no te saluda. No te mira. No sé si es el apuro por vivir o el miedo de tropezar en la calle. Vivimos una apatía por la amistad”, reflexionó.

Economía personal. Cuando se le preguntó si le importaba el dinero, dijo: “Me preocupa tener lo justo para vivir. A mi edad, ¿para qué voy a juntar plata?”

Admiración. Alguna vez confesó que admira y respeta a Victoria Ocampo: “Yo siempre respeto a las mujeres que hacen cosas, no a las superficiales que se quieren a sí mismas.

Actitud positiva. “Lo negativo es tenerle miedo a la muerte y yo estoy contenta de haber vivido, pienso que cada día que pasa para mí es un regalo del cielo. Le doy las gracias a Dios”, confesó Tita, la “Tita del Pueblo”.

Filmografía:

1933 - ¡Tango!, de Luis José Moglia Barth

1934 - Idolos de la Radio, de Eduardo Morera. Noches de Buenos Aires, de Manuel Romero

1936 - Así es el tango, de Eduardo Morera

1937 - La Fuga, de Luis Saslavsky

1942 - Ceniza al viento, de Luis Saslavsky. Pal´otro lao (Chile), de José Bohr

1946 - Cinco rostros de mujer (México), de Gilberto Martínez Solares

1948 - Don Juan Tenorio, de Luis César Amadori

1949 - La historia del tango, de Manuel Romero. Morir en su ley, de Manuel Romero. Filomena Marturano, de Luis Mottura. Arrabalera, de Tulio Demicheli

1950 - Los isleros, de Lucas Demare. Vivir un instante, de Julio Demicheli

1951 - Pasó en mi barrio, de mario Soffici. Deshonra, de Daniel Tinayre

1953 - Gaucho, de Lucas Demare

1954 - Mercado de Abasto, de Lucas Demare. Para vestir santos, de Leopoldo Torre Nilsson

1955 - El amor nunca muere, de Luis César Amadori. La morocha, de Ralph Pappier

1960 - Amorina, de Hugo del Carril

1963 - Los Evadidos, de Enrique Carreras

1964 - Los Hipócritas, de Enrique Carreras. Correo Sentimental, de Enrique Carreras

1965 - Vieja Ola, de Enrique Carreras

1966 - El Andador, de Enrique Carreras. Idolos de entrecasa, de Enrique Carreras

1969 - Viva la vida, de Enrique Carreras

1974 - La madre María, de Lucas Demare

1976 - El canto cuenta su historia, de Fernando Ayala y Héctor Olivera

1980 - Los Miedos, de Alejandro Doria

LA ESTRELLA DE LA EPOCA DE ORO DEL CINE


Zully Moreno había nacido para el cine. En un tiempo en el que llegar a estrella de la pantalla grande era una ilusión de muchas muchachas soñadoras, ella se empecinó en lograr la fama. Cuando el director Luis Bayón Herrera buscaba extras para el film "Cándida", el segundo largometraje de Niní Marshall, sin pensarlo demasiado ni comentarle nada a su madre Zully se presentó al casting. Bayón Herrera quedó impactado con esa muchacha de rostro pícaro y tierno que, finalmente, pudo integrar el elenco en un personaje muy menor. Ya insertada en esa larga lista de aspirantes a actrices participó, también como extra, en "Bartolo tenía una flauta", junto a Luis Sandrini, y en "Azahares rojos". En 1941, y luego de integrar los elencos de otros films, fue convocada para participar en "Orquesta de señoritas", y durante su rodaje conoció al director Luis César Amadori, con quien se casaría años más tarde.

Escalera a la fama

Zully Moreno era ya ya una actriz en potencia. Su nombre apareció en los elencos de "El profesor Cero", con Pepe Arias, y "Papá tiene novia", donde conoció a Aída Luz, quien se convertiría en una de sus más cercanas amigas. Y logró destacarse por primera vez en la pantalla en "En la luz de una estrella", como segunda figura después de Ana María Lynch.

En 1942 le dieron su primer protagónico en "Ultimo piso", un film menor que, de todos modos, le sirvió para cimentar su ya creciente popularidad. Al año siguiente le surgió una importante oportunidad: compartir el cartel con Mirtha Legrand en "Su hermana menor", dirigida por Enrique Cahen Salaberry. Pero su verdadero debut cinematográfico como protagonista fue en "Stella", realizada por Benito Perojo. Zully Moreno deslumbró en esta producción de alto presupuesto, que fue el primer paso para convertirla en una figura estilo Hollywood. Su elegancia y su glamour la hacían destacar por sobre el resto de las actrices. Siempre aparecía rodeada por suntuosas escenografías y ella misma se encargaba de supervisar sus costosos vestuarios.

En 1944, otra vez bajo la batuta de Luis César Amadori, realizó "Apasionadamente", junto a Pedro López Lagar, y un año después, también dirigida por Amadori, protagonizó "Dos ángeles y un pecador". Las revistas del corazón comenzaron a hablar acerca de un romance entre ellos. Zully, sin embargo, continuó su carrera a las órdenes de otros realizadores.

En 1946 se lució en "Cristina" y en "Nunca te diré adiós", junto a Angel Magaña, en "Celos", con Pedro López Lagar, donde demostró ser una excelente actriz dramática, y en "La gata", film que se mantuvo durante muchas semanas en cartel.

En abril de 1947 Zully Moreno y Luis César Amadori se casaban. El matrimonio se instaló en una suntuosa mansión de Martínez, y en 1948 ambos -ella como protagonista, él como director- lograron el mayor éxito de sus respectivas trayectorias: la concreción de "Dios se lo pague", una historia romántica y pasional que se conoció exitosamente en casi todas las pantallas del mundo.

Junto a Arturo de Córdova, su pareja en "Dios se lo pague", rodó luego "Nacha Regules", en una filmografía integrada por casi treinta películas.

Zully Moreno fue, por aquella época, una de las actrices más populares y queridas por el público argentino y de toda América latina. Logró premios por sus intervenciones en "Nunca te diré adiós", "Dios se lo pague" y "La mujer de las camelias". Sus éxitos de taquilla encumbraron económicamente a la productora Argentina Sono Film, de la cual Amadori era uno de los dueños.

En 1950 filmó tres películas en México, y la vinculación del matrimonio con el régimen peronista hizo que después de 1955 fueron investigados sus vidas y sus patrimonios. Finalmente, la actriz y el director debieron iniciar un largo exilio en España, donde Zully Moreno rodó, entre otros, el film "Madrugada", por el que recibió un premio como mejor actriz.

Luego de la muerte de Amadori, en 1977, su esposa se hizo cargo de la dirección del teatro Maipo. Pero poco después su vida se rodeó de una aureola de misterio y sólo fue vista en contadas ocasiones.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Jorge Barreiro fue más que un galán


Barreiro, nacido en Buenos Aires el 14 de mayo de 1930, debutó en el cine en "Lucía", una olvidada película de 1963, pero fue al año siguiente cuando alcanzó la cúspide de su popularidad a través de "El amor tiene cara de mujer", un teleteatro de Nené Cascallar.

En ese hito de la TV argentina militaban Delfy de Ortega, Rodolfo Bebán, Angélica López Gamio, Bárbara Mugica, Iris Lainez, Norma Aleandro y un jovencísimo e ignoto aún Arnaldo André, entre otras figuras de primera línea.

Su apostura y buen decir le valieron integrar el siguiente intento de Cascallar, "Cuatro hombre para Eva" (1966), un programa nocturno con temática masculina, cuyo cuarteto completaban Rodolfo Bebán, José María Langlais y Eduardo Rudy.

La pantalla chica contó también con él en el "Show Standar Electric", "Sin palabras", "La historia de Celia Pirán", "Rolando Rivas, taxista", "Papá corazón", "Ese hombre prohibido", "Una promesa para todos", "Novia de vacaciones" y "Stefanía".

También actuó en "El oriental" (1982), junto a Alberto de Mendoza, "Señorita maestra", "No es un juego vivir", "Dos para una mentira", "La viuda blanca", "Amándote", "Esos que dicen amarse" y "Zíngara" (2000), su última intervención.

En el cine se lo vio en "Con gusto a rabia" (1965), "Hotel alojamiento" (1966), "Cuando los hombres hablan de mujeres" (1967), "íEsto es alegría!" (1967), "Matrimonio a la argentina" (1968), "Psexoanálisis" (1968) y "En una playa junto al mar (1971).

Actor versátil, ocupó tanto la comedia como el drama, en títulos que abarcan "Estoy hecho un demonio" (1972), "Siempre fuimos compañeros" (1973), "Los gauchos judíos (1974), "La mamá de la novia" (1978), "Comandos azules" (1979), "Una viuda descocada" (1980), "Los hijos de López" (1980), "Ritmo a todo color" (1980) y "Delito de corrupción" (1991).

En "Estoy hecho un demonio" (1972) estuvo al mando de Hugo Moser, quien dirigió la película inspirada en el tema musical homónimo de Francis Smith, fallecido el pasado febrero.

En "Había una vez un circo", del mismo año, trabajó junto a los payasos Gaby, Fofó y Miliki y hacía de padre de Andrea Del Boca.

Su amistad con Armando Bó determinó que integrara el elenco de varios filmes con Isabel Sarli, "Intimidades de una cualquiera" (1972), "Furia infernal" (1973), "El sexo y el amor" (1974), "Insaciable" (1976), "El último amor en Tierra del Fuego" (1979) y "Una viuda descocada" (1980), la última película de Bó, con Sarli y José Marrone.

También el teatro lo contó entre sus filas, y se recuerda cuando salió "al toro" en 1974 para sustituir a Guillermo Murray, quien había desertado de "Constancia", protagonizada por Mirtha Legrand en el ex teatro Estrellas.

Barreiro actuó también junto a su gran amiga Libertad Leblanc en "Donde duermen dos, duermen tres", y cumplió giras por todo el país junto a figuras como Osvaldo Pacheco, Arnaldo André, María de los Angeles Medrano y María Concepción César.

En España fue aplaudido por "Rosas de otoño", de Jacinto Benavente, coprotagonizada por Alberto de Mendoza y la hispana Amparo Rivelles, así como en "Crónica de un secuestro", de Mario Diament, y "Un millón para una rosa", de María Luisa Luca de Tena.

Hombre de carácter sanguíneo pese a su estampa caballeresca, el actor supo tener fuertes enfrentamientos con colegas, productores y periodistas, además de haber sufrido graves estados de depresión tras la muerte de su madre en la década del 70.

En los últimos años su presencia era frecuente en los estrenos teatrales, donde solía acudir en compañía de grandes amigas amigas como la locutora Edith Boado, Libertad Leblanc, Diana Ingro y otras damas de la vieja guardia.

CHELA RUIZ


Chela Ruiz fue una actriz argentina de radio, teatro, cine y televisión cuyo verdadero nombre era Aurora Ruiz nacida en Buenos Aires en 1921 y fallecida en la misma ciudad el 17 de diciembre de 1999. Recibió varios premios por su labor artística y se le recuerda en especial tanto por la interpretación que realizara en la película La historia oficial de una abuela que busca a su nieta como por su militancia por los derechos humanos en el grupo Conciencia.

En su infancia y adolescencia vivió en la localidad de Ciudadela, que se encuentra en la Provincia de Buenos Aires adyacente a la ciudad del mismo nombre. A los 19 años Chela comenzó junto con su hermana la también actriz Nora Cullen a trabajar en la radio leyendo avisos de publicidad y llegó a ser locutora oficial de Radio Splendid. Trabajó como actriz en el exitoso programa Del brazo con los Varela donde también actuaba Ricardo Passano, y también lo hizo con Margarita Xirgu y López Lagar, llegando a ser una de las intérpretes favoritas de la autora de radioteatros Nené Cascallar.

Debutó en teatro dirigida por Francisco Petrone en Una libra de carne, la pieza de Agustín Cuzzani y actuó en muchas otras obras tales como Llegan los artistas, de Jacobo Langsner, La venganza de don Mendo, de Muñoz Seca, dirigida por Norma Aleandro, Tres por Chéjov, La profesión de la señora Warren, de George Bernard Shaw, Réquiem para un viernes a la noche, de Germán Rozenmacher, El conventillo de la Paloma (con Ricardo Darín padre), La pata de la sota, de Roberto Cossa, Las de Barranco de Gregorio de Laferrère, Doña Resaca, Segundo tiempo de Ricardo Halac y Eran cinco hermanos y ella no era muy santa, de Miguel Iriarte, donde actuaba junto con su hija Laura Moreno. Recibió el diploma al mérito otorgado por la Fundación Konex por su labor como actriz de comedia en radio y televisión, el premio Estrella de Mar de 1984 como mejor actriz de reparto de teatro y en 1997 la Asociación Argentina de Actores le otorgó el Premio Podestá por su trayectoria.

Sus últimas actuaciones en el teatro fueron junto a Carlos Carella en El patio de la morocha y a Susana Rinaldi en Minas fieles de gran corazón.

Debutó en cine en 1954 en el filme Los ojos llenos de amor dirigido por Carlos Schlieper y la siguiente actuación fue en Sábado a la noche, cine dirigida por Fernando Ayala. Realizó una memorable actuación en la película La historia oficial de 1985 dirigida por Luis Puenzo interpretando el papel de una abuela de Plaza de Mayo que con perseverancia y desesperación buscaba a su nieta, recibiendo por ello el premio Cóndor de Plata de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina en 1986 a la mejor actriz de reparto.

Respecto de ese papel decía la crítica cinematográfica Susana Freire:

"Fue un personaje clave en su carrera. No sólo por los aplausos que el film cosechó en el mundo entero, ni por la emoción que su actuación provocó en los espectadores, sino porque en ese papel la actriz resumía muchos otros personajes concebidos con su especial sensibilidad. No se permitía desbordes, cada actuación era una fina elaboración que reflejaba un intenso proceso interno que podía traducir exteriormente con la simplicidad de un pequeño gesto. Esta técnica aplicada al trabajo fue más que elocuente en la telenovela "Rosa de lejos", donde interpretaba a la madre del maestro (Juan Carlos Dual). Fue precisamente ese rol, el de madre, el que explotó en sus últimos trabajos y el que le dio mayores satisfacciones, como el premio a la mejor actriz protagónica que obtuvo por su labro en "Mamá querida", de Silvio Fischbein, o la repercusión que alcanzó en las telenovelas "Amor gitano", "Soy Gina", "Mujer comprada", "Amándote", "Antonella" y "Zíngara".

También fue destacada su actuación en la película Mamá querida dirigida en 1988 por Silvio Fischbein interpretando a Berta, una pintora judía, que le valió el premio como mejor actriz protagónica en el Festival Internacional de Cine de Cartagena (Colombia).

Actuó además en La chacota (1962), de Enrique Dawi, El soltero (1977), de Carlos Borcosque (hijo), Mis días con Verónica (1980) de Néstor Lescovich, La conquista del Paraíso (1981) de Eliseo Subiela, Sus ojos se cerraron (1997) de Jaime Chávarri y en Cenizas del paraíso, de Marcelo Piñeyro, en 1997, que fue su último trabajo.

Trabajó en numerosas telenovelas, tales como Un mundo de veinte asientos, Un día 32 en San Telmo, Familia Gesa, El amor tiene cara de mujer, Nosotras, las mujeres, Rosa de lejos, Amor gitano y RRDT y también en el popular programa humorístico La revista dislocada.

La dramaturga y guionista de televisión y de cine Aída Bornik (autora entre otras obras del guión de La historia oficial) recordaba con estas palabras la actuación de Chela Ruiz en un programa de televisión:

"Chela: ¿usted cree en el ardor de las pasiones locas?, le preguntaba con tono cotidiano y razonable, pero con una mirada intensa y perturbadora. Brizuela Méndez no alcanzaba a contestar. Ella se precipitaba a un monólogo irresistible, que lo/nos sorprendía y provocaba emociones y carcajadas. Daba saltos mortales o bailaba el vals, exhibía la seducción y el terror de una danza de los siete velos y adquiría de pronto tonos maternales y serenos que remataba lanzándose sin red hacia la exasperación romántica. Y no necesitaba para eso más que palabras, en su voz, en su manera de decirlas, estaba todo. Y parecía una señora tan normal, con un vestido estampado, con la cartera colgando del brazo y una melena prolija. Porque el personaje era una señora. Como las que uno encuentra a la salida de misa o comparando masitas para un té con otras señoras, quizá tan normales y abismalmente surreales como ella". "Cuando actuaba derrochaba felicidad sobre nosotros, sobre los que podíamos sorprendernos riendo o llorando, según su magia lo dictara. Directamente conectados a la más pura esencia de su calidad de actriz. No pudiendo adivinar nunca de dónde vendría la carcajada, o la emoción, no viendo jamás el sutil recorrido de su flecha que apuntaba a estrujarnos el corazón de pronto, sin aviso, sólo con talento y entrega, sólo sintiendo lo que había que sentir, cuando había que sentirlo y obligándonos sin esfuerzo alguno a sentirlo con ella."

Chela Ruiz padeció de mal de Alzheimer durante los últimos cuatro años de su vida y dos meses antes de fallecer no reconocía a nadie. A comienzos de diciembre de 1999 fue internada en el Hospital Durand de la ciudad de Buenos Aires para ser intervenida por una escara que se le había infectado y el 17 de ese mes falleció en ese establecimiento de un paro cardíaco. Sus restos fueron enterrados en el Panteón de Actores del Cementerio de la Chacarita.

JORGE"CAJON" DURAN


Conversando entre amigos y músicos tuve la sorpresa que a muchos de ellos les había pasado lo mismo que a mí: descubrieron tarde a Jorge Durán. Un hombre que debería estar mucho mejor considerado en el consenso popular, porque fue un excelente cantor.

Es difícil saber el por qué de la demora. Una posibilidad podría ser nuestro gusto por los vocalistas más dúctiles, tenores, de fraseo delicado. Es posible.

Durán, al que apodaban Cajón, fue un barítono que imprimía gran fuerza y dramatismo en sus interpretaciones, pero no caía en ningún exceso. Además, cuando lo escucha con atención y detenimiento, descubre que no le faltaba ductilidad y que muchas veces, su dramatismo era un lamento romántico.

En el ambiente nadie lo llamaba por su nombre, todos por su apodo. El asunto ocurrió en su primera etapa con la orquesta de Carlos Di Sarli. Los componentes de la misma ya habían llegado al lugar de actuación y él, como era su costumbre, apareció un rato más tarde. Su figura comenzó a recortarse al fondo de un pasillo que desembocaba en el cuartito donde esperaban los muchachos. Era un hombre de mediana estatura pero de gran contextura, ancho de cuerpo. Ese día estrenaba un traje gris, a la moda, amplio, de anchas solapas y generosas hombreras (a la moda Divito). Fue verlo aparecer y el bandoneonista Juan Carlos Bera exclamó: «¡Miren parece un cajón!» (según testimonio de su hija mayor, Norma). Según otra versión, acercada por nuestro amigo Abel Palermo, el creador del mote sería el bandoneonista Félix Verdi.

Nació en la provincia de San Juan y sus padres eran andaluces y fruticultores, tenían también una pequeña bodega y todos cantaban en los momentos de descanso.

El muchacho ya se destacaba en el colegio, a tal punto que el profesor de música, al enterarse que viajaba a Buenos Aires acompañando a su padre en viaje de negocios, le recomienda un profesor de canto.

Finalmente, en 1942, la familia se instala en Buenos Aires y Durán comienza a cantar en algunos locales y confiterías. En uno de esos escenarios lo escucha el bandoneonista Jorge Argentino Fernández, lo lleva con su orquesta y de inmediato debuta en Radio Mitre. Al poco tiempo renuncia, tenía aspiraciones mayores.

De casualidad se conecta con Buenaventura Luna, famoso con su Tropilla de Huachi Pampa. Con ellos hace actuaciones, graba su primer disco y comienza a ganar sus primeros dineros. Estos primeros registros fueron "Zamba del gaucho", el 13 de marzo de 1944 y "En las sombras" el 19 de septiembre del mismo año.

En San Juan cantaba temas folklóricos pero aquí, en Buenos Aires, sus amigos Roberto Rufino y Alberto Marino lo vuelcan hacia el tango.

Ingresa en la orquesta del violinista, y más tarde bandoneonista, Emilio Balcarce y graba "Mi Buenos Aires querido" y "Me están sobrando las penas".

Su nombre trasciende y su fama llega a los oídos de Carlos Di Sarli quien lo va a escuchar en un local nocturno y lo contrata inmediatamente. No tenía nombre artístico y usaba el real: Alfonso Durán.

Un hecho curioso ocurre al día siguiente. Por la tarde canta en Radio Belgrano con la orquesta de Balcarce y a la noche debuta con Di Sarli por Radio El Mundo. El director le cambia su nombre por Jorge y le pide que cante un tono más alto, lo que hace sin inconvenientes.

Esta primera etapa con Di Sarli se prolonga por dos años y es la más brillante de Durán.

Tenía una personalidad bohemia, era muy mujeriego y resultaba imposible contabilizar el número de cigarrillos que fumaba diariamente.

Luego de Di Sarli, se incorpora en 1947 a la orquesta de Pedro Laurenz, pero no llega al disco. Ese mismo año pasa a la de Horacio Salgán con el que graba tres temas: dos en el sello Victor que no fueron editados comercialmente ("Sueño querido" y "Barrio pobre"; y "Pan", en forma particular, en poder de varios coleccionistas.

En 1950 ingresa en la de José Basso, con quien permanece durante tres años dejando 12 registros. En 1954 está con la orquesta "Símbolo Osmar Maderna", con la que graba un solo tema y en 1955 con Francisco Rotundo con la que nos dejó dos grabaciones.

El 26 de abril de 1956 comienza su segunda etapa con Carlos Di Sarli que dura hasta 1958, grabando 19 temas.

En 1959 forma una orquesta propia junto a su entrañable amigo Roberto Florio, estando la dirección a cargo del pianista Orlando Trípodi.

En 1962 realiza una segunda etapa con José Basso y en 1968 colabora con Armando Pontier. En el año 1970 graba un disco con Oscar de la Fuente y, al año siguiente, un LP con doce temas acompañado por las guitarras de Juan Carlos Gorrías, Domingo Laine, Rubén Morán y Héctor Estela, esta fue su última producción.

Cómo pensar en "Porteño y bailarín", de Carlos Di Sarli y Héctor Marcó, o "Un tango y nada más" de Armando Lacava, Juan Pomati y Carlos Waiss o "Whisky" de Héctor Marcó y no recordar su voz y su fraseo tan varonil y delicado.

Murió a raíz de un efisema pulmonar típico de los grandes fumadores, pero nunca se resistió a seguir cantando, lo hizo hasta el final.

jueves, 9 de diciembre de 2010

NESTOR FABIAN,VIOLETA RIVAS Y ROBERTO"TITO" ESCALADA



NESTOR FABIAN:

Nació en Buenos Aires, en el barrio porteño de San Telmo. Las esquinas de las calles Bernardo de Irigoyen y Humberto Primo.

El niño había perdido a su familia y fue adoptado por una mujer llamada Rosa, su madre de adopción. Doña Rosa le borró al pequeño el resentimiento, que pudo haber surgido por la fatalidad de haber perdido a sus padres y le brindó una niñez feliz.

A los doce años, nuestra futura estrella comienza a trabajar en una fábrica de carteras para ayudar a su humilde familia, mientras buscaba sentarse frente a las casas donde se escuchara la voz de Carlos Gardel, salida de alguna vitrola.

Su ferviente deseo de cantar, lo lleva a recorrer cantinas, hasta que su amigo el actor Norberto Aroldi, le consigue una prueba con el maestro Mariano Mores, en el año 1961.

Con una orquesta de cuarenta músicos, Mores lo aprueba y lo contrata y así comienzan sus triunfos con su actual nombre artístico: Néstor Fabián.

El día 30 de agosto de 1961, debuta en televisión, en canal 7, en el programa Luces de Buenos Aires, Néstor interpreta el bolero "La noche de mi amor", acompañado por Mariano Mores con gran aceptación del público y logra un primer impacto televisivo en el programa "El show de Cap", donde ya canta como vocalista de Mariano Mores.

Hace su inicio en teatro, en importantes comedias musicales como: "Buenos Aires de seda y percal" y "Buenas Noches, Buenos Aires", que se estrenaba en el Teatro Astral, junto al mismo Mores, Virginia Luque y Susy Leiva.

Comienza a grabar discos en la empresa Odeon, su voz gusta, su estilo también y el público empieza a quererlo. Su primer grabación fue "Tan solo un loco amor", acompañado por Mariano Mores y su orquesta.

A partir del año 1964, su fama crece sin parar, la televisión lo reclama para transformarlo también en galán y actor, así se une a programas juveniles de la nueva ola argentina, donde las interpretaciones logran en su voz, la más recia tonalidad para hacerla brillar en el tango, acompañando su figura del porteño simpático y entrador.

Néstor deja la compañía de Mores, para unir sus canciones a la llamada nueva ola argentina. Los directivos de canal 9, que lideraba Alejandro Romay, convocan al joven cantante para que integre el programa "Sábados Continuados", conducido por Antonio Carrizo.

En enero de 1964, la popular cantante Violeta Rivas necesitaba un galán para una telecomedia veraniega y Romay contrata a Néstor para su primer protagónico para la televisión, en un éxito titulado "Todo es amor".

En el mes de marzo de 1967, Néstor Fabián se casa con Violeta Rivas. Su unión matrimonial provoca un verdadero acontecimiento social, donde la popularidad estallaba en el público ferviente.

La llegada de su hija Analía, completa la dicha familiar. Néstor recorre escenarios del país y de varias partes del mundo.

El éxito no lo abandona nunca y graba un amplio repertorio de tangos con las orquestas más importantes. Recibe distinciones, protagoniza comedias musicales y especiales para televisión.

Su disco más vendido fue "Charada", un vals compuesto por Henry Mancini para la película estadounidense homónima, que fuera nominado al Oscar como mejor tema musical y que Néstor impuso en el gusto popular.

El cine no se hace esperar y filma varios títulos: "Buenas noches, Buenos Aires" (1964), producida y dirigida por Hugo del Carril, con Mariano Mores, Violeta Rivas, Virginia Luque, Julio Sosa, Susy Leiva, Anibal Troilo, Chico Novarro y otros grandes de la música.

"Viaje de una noche de verano" (1965), dirigida por René Mujica, entre otros directores y un elenco encabezado por: Tato Bores, Ramona Galarza, Chico Novarro y Luis Sandrini entre otros.

"Los muchachos de antes no usaban gomina" (1969), dirigida por Enrique Carreras, con Rodolfo Bebán, Beba Bidart, Susana Campos, Osvaldo Miranda, Carlos Estrada, Nora Cárpena, Sabina Olmos y otros.

Néstor interpreta el tango "Tiempos viejos", en un momento importante de la película.

"Viva la vida" (1969), dirigida por Enrique Carreras, con Palito Ortega, Violeta Rivas, Tita Merello, Hugo del Carril, Mercedes Carreras, Juan Carlos Dual y otros famosos.

"Pasión dominguera" (1970), dirigida por Emilio Ariño, con Jorge Porcel, Luis Tasca, Perla Caron, Fidel Pintos.

"Balada para un mochilero" (1971), dirigida por Carlos Rinaldi, con: José Marrone, Mariángeles, Arnaldo André y Los Iracundos, entre otros.

Néstor interpreta las canciones principales de famosos teleteatros escritos por Abel Santa Cruz, como "Me llaman gorrión", protagonizado por Beatriz Taibo y "Malevo" con Rodolfo Bebán y Gabriela Gili. Más tarde, es convocado para interpretar el tema del teleteatro "Tengo calle".

En la década del setenta, es artista exclusivo del sello discográfico Microfón.

En el año 1974, viaja a Rusia con gran suceso acompañado por Atilio Stampone.

En 1988, es especialmente invitado a cantar en Granada, España, junto a la orquesta de Osvaldo Requena, desde allí parte a Portugal, para actuar en Lisboa, Portugal.

Hoy, sigue deleitando a un público de todas las edades, dejando un eco imborrable en cada escenario, donde interpreta como nadie, tangos como: "El último round", "Tinta roja", "Cordón", "El último café", "Contame una historia", "Los mareados", "Sur".

Fabián se declara un fanático de las motos, del tango y de Boca Juniors.

Néstor Fabián, es tal vez, una de las personas más queridas por sus compañeros y amigos, por su lealtad y su calidad humana, él hace de la sencillez y de la generosidad una conducta de vida.

VIOLETA RIVAS:Un 4 de Octubre nace Ana María Francisca Adinolfi, en Chivilcoy en la cuidad de Buenos Aires, Argentina.
Al terminar la primaria, Ana Maria comienza a estudiar canto lirico.
En 1960, se presenta en Radio Argentina y El Pueblo y es contratada por 4 meses para sus programas musicales.
luego de unos meses, al impactar a Ricardo Mejia, nuevo director artístico firma contrato con la RCA y se re bautiza con el nombre artístico Violeta Rivas.

Y a fines de este mismo año, graba su primer disco con el elenco de VIK, y continuan grabando junto sus cuatro compañeros.
Un año más tarde, Violeta es contratada por el puertorriqueño Bobby Capó, quien visitó la argentina para grabar un long play.
En 1962, Violeta hace sus primeras apariciones importantes en televisión por canal 7, luego participa en el programa de canal 9 "EL HIT DE SUS FAVORITOS ". En este mismo año, Rivas recibe un premio en Perú llamado “Mejor Cantante Extranjera”.


Un año más tarde, Violeta comienza a posar y hacer apariciones en portadas de revistas y partituras. Por fin en este año, llego su disco y tambien llegan a sus manos los premios "Mejor cantante Argentina de 1963", otorgado por la revista norteamericana Cash Box.


En 1964, por fin Violeta Rivas y Néstor Fabián reconocen su noviazgo ante la prensa y en Agosto del mismo año, en la ciudad de Mar del Plata, recibe el "Lobo de oro", a la mejor cantante popular, y en diciembre de este mismo año comenzaría el rodaje de la esperada película llamada “Fiebre de Junio”, la cual marco el éxito de taquilla en aquiellos tiempos.

En el verano de este mismo año, triunfó en el Festival de la Canción de Parque del Plata, en Uruguay, interpretando "Qué Suerte!", de Chico Novarro y Palito Ortega.

Ha trabajado en varios films junto a Palito Ortega que forman parte de la trayectoria de ambas estrellas, entre ellos "Fiebre de Primavera".

Es en 1970 que Violeta continua con la actuación demostrando su deslumbrante y unica voz, presentando reediciones en CD de sus grandes éxitos, en los que se destacan "Cronología" (1992) e "Inéditos, Rarezas y Otras Perlas" (1997).

Y en singles también algunos destacados son: "Colorado", "El Baile del Ladrillo", "Mi Juramento", "La Calle", "El Cardenal", "Il Ultimo Tram", "Polichinela Twist", "El Poeta Lloró", "Complicadísimo"


Roberto Escalada cuyo nombre real era Aldo Roberto Leggero (4 de julio de 1914-5 de diciembre de 1986 en Buenos Aires) fue un conocido actor argentino de radio, cine y

Comenzó su labor artística en radio aprovechando su excelente y cálida voz.

En el año 1938 trabajó con la Compañía de Raquel Notar, con la obra La Familia Farabutti en LS 6 Radio El Pueblo.

Su debut en el cine se produjo en 1939 bajo la dirección de Luis José Moglia Barth en la película Doce mujeres que fue la primera película argentina sonora escrita por una mujer ya que el guión era de Lola Pita Martínez.

Desde entonces cubrió los más variados papeles, trabajó en películas de ambiente gauchesco como El matrero y Hormiga negra, dramas como Safo, historia de una pasión, Veinticuatro horas en la vida de una mujer y Los pulpos, policiales como No abras nunca esa puerta y Morir en su ley, comedias como El profesor tirabombas y Clínica con música, de época como Madame Bovary hasta comedias de vaqueros como Los irrompibles

En 1962 fue convocado por Hugo Moser para participar en un nuevo programa de televisión que giraría alrededor de la vida de una familia de clase media, a la manera de lo que en los años 40' había sido el exitoso programa radial de Los Pérez García.

El matrimonio estaba representado por las primeras figuras Pedro Quartucci y Elina Colomer, había cuatro hijos y Roberto Escalada interpretaba el papel del tío solterón. El programa transmitido por Canal 13 fue muy exitoso y duró siete años y medio.

Algunos de sus otros trabajos en televisión fueron en el teleteatro Nino... las cosas simples de la vida (1971), Los grandes éxitos del sainete porteño (1971) que se grababa en la Sala Casacuberta del Teatro General San Martín, el teleteatro Un mundo de veinte asientos emitido por Canal 9 a partir del año 1978, La familia superstar en el mismo año y canal y Día 32 en San Telmo en 1980.

También trabajó en teatro, recordándose su labor en las comedias musicales Buenos Aires de ayer y La muchachada del centro, ambas de 1961.

Aficionado al tango, escribió las letras de Adiós, adiós amor, Tomaditos de la mano y Para vos mamá.

Era un fuerte fumador, lo que le ocasionó problemas de salud en los 60', que recrudecieron al comienzo de los 80' y provocaron un ataque cardíaco que ocasionó su fallecimiento el 5 de diciembre de 1986 en Buenos Aires.

domingo, 5 de diciembre de 2010

La semana en LU3

Comenzamos la semana con historias y música... el lunes y miercoles conoceremos detalles e historias de la zamba, compartiremos la música y datos de Heleno, Horacio Deval, el dúo Salgán-De Lio y el martes un especial imperdible de Alberto Castillo.
TE ESPERAMOS!!!

jueves, 2 de diciembre de 2010

Miércoles, jueves y hasta la semana que viene!!!

El miércoles recordamos a uno de los cantantes pioneros del tango: Agustín Magaldi.
Hoy hablamos de Hugo Gutiérrez, compositor, violinista y cantor de 2x4, escuchamos al Dr. Alberto Asseff y seguimos presentando a las cantantes que tienen vigencia en los escenarios nacionales.
Además recordamos a Pepito Avellaneda y aprendemos secretitos con la abuela Ana.

martes, 30 de noviembre de 2010

PERSONAJES DE AYER,HOY Y SIEMPRE



Roberto Chanel:Fue un cantor excelente, delicado, de una tibia dulzura, típico exponente de su época. Y sin embargo, no trascendió más allá del conocimiento de los cultores del tango, de los coleccionistas, a lo sumo, de los que vivieron su momento. Para los muy conocedores, fue el mejor vocalista de Pugliese, no el más popular ni el más famoso, si no el que mejor y con más calidad representó al maestro. Su versión del tango "Farol" de los hermanos Expósito es un clásico del género.

Nació en el centro geográfico de la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Caballito.

El cantor adopta el nombre artístico Roberto Chanel por una idea de Julio Jorge Nelson que se inspiro en un cartel de publicidad de una joyería.

Murió joven, a los 57 años, en compañía de su guitarra y sus recuerdos.

JUAN CARLOS COBOS: Nació en Punta Alta, muy cerca de la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires. Era un niño, cuando sus padres se trasladaron a La Plata. Estudió en el colegio industrial, egresando como técnico. Pero su inquietud era la música. Estudió guitarra y canto en un conservatorio de esa localidad.

Pienso que Cobos participó de la mejor época de Pugliese. Cobos tenia calidad interpretativa , a lo que se sumó, su registro de barítono —de muy buena coloratura—, su expresivo fraseo y la muy buena adaptación al ritmo de la orquesta. Las presencias de Morán con sus éxitos: “Pasional” y “La última copa”, que paralizaban a las parejas al bailar y un Cobos que con su estilo entregaba su personalidad y talento. También hay que agregar al irremplazable violinista Enrique Camerano, quien junto a Oscar Herrero, Julio Carrasco y Emilio Balcarce integraban la excelente batería de cuerdas. Sin olvidarnos de la viola de Francisco Sanmartino y, por supuesto, la línea de bandoneones con el querido Osvaldo Ruggiero, Jorge Caldara, Esteban Gilardi y Roberto Peppe, además de don Aniceto Rossi con su contrabajo y su inolvidable solo de “Canaro en París”.

Es difícil olvidar esta etapa tan brillante, por eso al recordar a Cobos, no puede pasar por alto esta evocación y un recuerdo para Mario Soto, presentador de la orquesta.

NELLY VAZQUEZ: Tuvo el privilegio de haber grabado con Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese, Astor Piazzolla y Mariano Mores. Es sin duda, una de las últimas estrellas de la canción ciudadana, con buena técnica, una voz de gran musicalidad y un registro de soprano que supo utilizar adecuadamente en su época con "Pichuco".

Nació en la ciudad de Morón, provincia de Buenos Aires, muy cerca de la Capital Federal. A los pocos años, sus padres se radicaron definitivamente en el barrio de Liniers. Su papá se llamaba José Vázquez e Isabel Rodríguez, su mamá, completaba la familia, su hermano mellizo Oscar Nelson.

Grabó con Troilo 16 temas, destacándose las versiones de "Canción de Ave María", de Cátulo Castillo y Héctor Stamponi; "Barrio de tango", "Galleguita" y "Golondrinas". El último registro fue el 13 de abril de 1966, "Yo no merezco este castigo", de Roberto Cassinelli y Marcelino Hernández.

A partir de 1977 participó con la orquesta de Osvaldo Pugliese en diferentes locales, teatros, en televisión y fue invitada por el maestro para la grabación de un tango, en 1979, para el sello Odeon: "Mentira", de Francisco Pracánico y Celedonio Flores.

En 1985 participó, junto a Carlos Acuña, Hugo Marcel, Antonio Tormo y el recitador Héctor Gagliardi, en la grabación de una opera tango que recuerda la vida de Eva Perón, titulada "Volveré y seré millones", sobre textos de Miguel Ángel Jubany y música de Roberto Pansera y Domingo Federico. En esta obra Nelly interpreta la figura de Evita.

En la actualidad sigue trabajando, brindándonos su simpatía, su manejo del escenario y, pese que su voz ya no tiene el brillo de antaño, su personalidad impera sobre cualquier otra circunstancia.

HUGO MARCEL

Para muchos -entre los que nos contamos-, Hugo Marcel figura cómodamente entre los cinco mejores intérpretes de la actualidad. Su color vocal, su garra, su dramatismo, su fraseo y su potencia, que sabe frenar cuando el tema lo requiere, son características de su estilo tan personal. Nació en el barrio de Villa Luro y no tuvo que esperar mucho para presentarse en el campo profesional. En el año 1957, contando solamente con catorce años de edad, ingresó en la orquesta de Leopoldo Federico como "niño precoz".

Un año más tarde, por iniciativa de Alejandro Romay, flamante propietario de Radio Libertad, Federico formó un rubro artístico con la exquisita Elsa Rivas y el temperamental Roberto Rufino. A la citada agrupación se agregó la juvenil voz de Gregorio Cárpena, debutando todos por la emisora citada y presentándose en el ya mitológico café Richmond de la calle Suipacha. Gregorio no era otro que Hugo Marcel, quien se puso el nombre artístico de Hugo Marcelino.

El año 1959 marcó un hito fundamental en su carrera artística, fue requerido por el maestro Osvaldo Fresedo como vocalista de su orquesta, en la que ya actuaba el cantor Carlos Barrios. Por consejo de su padre y de Fresedo, dejó de llamarse Hugo Marcelino para pasar a ser, definitivamente, Hugo Marcel.

Estrenando su nuevo nombre se presentó como cantor de Fresedo a los 15 años de edad. Un excelente momento para "El Pibe de la Paternal", ya que su presencia era solicitada por importantes clubes: Comunicaciones, Náutico de Olivos, Regatas, Lugano Tennis Club y otros. También amenizó los bailes de la confitería Nino, de Vicente López y las elegantes veladas danzantes del Plaza Hotel y del Alvear Palace Hotel.

En 1975, siendo la autoridad máxima de la Asociación Argentina de Artistas de Variedades, Hugo hizo que la entidad auspiciara un programa de televisión para que, junto a las grandes figuras, se presentaran cantantes, conjuntos vocales o instrumentales a fin de promocionarlos. La mayoría de ellos, luego continuó una importante carrera en el país y en el exterior. El programa se tituló "Variedades concert", siendo su director musical Quique Lanóo; sus conductores: Nelly Trenti, Rubén Horacio Bayón y Jorge Ruanova y el que escribe, su libretista.

Su retorno al disco se produjo en 1977, compartiendo el rubro vocal con su hermano Eduardo. En la primera oportunidad con el acompañamiento de Atilio Stampone y luego con el cuarteto de Carlos Galván.

Este cantor con mayúsculas, que comenzó como profesional a los 14 anos de edad, a pesar de su brillante trayectoria, es un hombre dedicado por completo a su familia. Es común encontrar al "clan Marcel", integrado por su esposa Lolita, su suegra María Inés García de Barros y su hijo Christian, almorzando sencillamente en restaurantes de barrio, lejos del ambiente de la llamada "farándula".

Como último dato importante, quiero resaltar que su mujer es hija de don Antonio Barros, famoso hombre del espectáculo durante las décadas del '50, '60 y '70. Antonio fue una pieza fundamental en la carrera de Hugo Marcel. Todos recordamos aquellas audiciones para la juventud tituladas "Una ventana al éxito", de la cual surgieron importantes conjuntos y voces modernas.

Principe Azul:El hecho aconteció un lunes a dos días de cumplir 34 años y el sábado siguiente, la popular revista "Antena" titulaba en su nota central: "Fue en busca de la consagración y lo sorprendió la muerte".

Todo hacía pensar que estaba en el momento culminante de su carrera, a punto de firmar un contrato con la National Broadcasting Company de Nueva York y con la posibilidad de filmar dos películas. Sin embargo la muerte, en medio del viaje, arruina el proyecto. No era una estrella consagrada, pero sí, uno de los cantores destacados de la segunda línea del tango.

Fue locutor en los comienzos de la radio y como a otros colegas suyo, le gustaba cantar.

n 1932 retoma su carrera como solista en Radio Belgrano y después en Radio La Nación que era propiedad del periódico del mismo nombre y participa en la película "Canillita" junto a Amanda Ledesma y Lopecito, con la participación especial de la orquesta de Pedro Maffia. Al joven vocalista le empieza a sonreir el éxito y sus actuaciones son muy bien remuneradas. El mismo confiesa que cobraba hasta quinientos pesos por función.

Debuta profesionalmente con el acompañamiento de un joven pianista, José Tinelli. De este debut en 1924, transcurrieron once años, hasta la muerte inesperada de Carlos Gardel, que deja una puerta abierta en el mercado internacional, para otro argentino que cantara tangos.

Los empresarios norteamericanos parecían paladear esta nueva posibilidad para el cine y se deciden a buscar un reemplazo del Morocho. El candidato debía tener el perfil de un galán latino, en el marco musical del tango, con la finalidad de ganar el amplio mercado de habla hispana y, aparentemente, lo eligieron a él.

Era un muchacho con educación, recibido de bachiller y que había estudiado filosofía y letras y cursado los primeros años de medicina.

Volviendo al reportaje de la revista "Antena" con que comencé esta semblanza, el cantor nos declara que no hubo mediadores para su viaje a los Estados Unidos y agrega: "Me embarco el 24 de agosto en el American Legion y pude ya tener un contrato firmado con la National Broadcasting, pero hablé con los directivos de una agencia norteamericana en Buenos Aires y convenimos que sería mejor firmar allá. Es para actuar en radio y hacer dos películas, no voy a estar más de un año ausente. ¡Por suerte! me acompaña mi amigo Héctor Quesada, una autoridad en materia de arte y de él espero las indicaciones, que permitan vencer los primeros obstáculos que se me presenten".

Todo su entusiasmo se vio frustrado por una repentina dolencia que puso fin a su vida. Se lo desembarcó en la isla de Trinidad para una mejor atención, pero no pudo ser, fue inútil.

FRANCISCO AMOR: Nació en Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, Su estilo era distinto al cantor o estribillista de tango, su voz tenía una cadencia acriollada, de gran calidad interpretativa, que lucía espléndida en la interpretación de los valses.

En el año 1937, se desempeñó como actor y cantor en la compañía de César Ratti, en el Teatro Apolo y además, participó en la película "Viento Norte", dirijida por Mario Soficci, cantando las canciones "Vidalita" y "Boyera", ambas de Alberto Vaccarezza y Andrés Domenech, con el acompañamiento musical de Francisco Canaro. En 1938, también actuó en la película "Pampa y Cielo" junto a Oscar Alonso, Domingo Conte y los hermanos Lidia Eva y Edmundo Rivero.

En 1947, participó en la película documental de Antonio Solana, "Buenos Aires canta", junto a Hugo del Carril, Azucena Maizani y Niní Marshal. Al año siguiente realizó una extensa gira por Chile y, luego de un breve paso por Buenos Aires, decidió radicarse en la ciudad de Montevideo, paulatinamente se va alejando de la actividad musical.

Amor realizó su última participación discográfica en 1957, cuando es contratado, en Montevideo, por el sello discográfico de origen alemán: Antar-Telefunken. Se trató de una serie de grabaciones junto a músicos y cantantes de gran nivel: Astor Piazzolla, Edmundo Rivero, Horacio Salgán, Eduardo Adrián, Enrique Lucero, entre otros.

En Uruguay desarrollaría su otra pasión: la pintura y el dibujo, llegando a exponer sus obras en muchos países de América.

No podemos terminar este breve recorrido, sin mencionar su labor como compositor. Entre su obra más conocida: las canciones criollas "Mulita", "Malambo" y "Canción de junio", en homenaje al prócer oriental don José Gervasio Artigas y sus tangos "El estrellero", "A mí dejame en mi barrio" y "Frente a una copa". Falleció a los 66 años en el Hospital Pasteur de Montevideo.

ERNESTO FAMA: nació en Buenos Aires en el barrio de San Cristóbal.

Su voz nos dejó más de trescientas grabaciones y bien se lo puede considerar, sin haber sido el primero, el estribillista por antonomasia. De tal cantidad de registros no superan los veinte, aquellos en los cuales interpreta la letra entera.

No fue la suya una voz para destacar, tampoco su estilo que no difería del de sus colegas de entonces, incluso su afinación no era perfecta. Pero su inquietud artística, que le venía desde muy chico y su simpatía, además de una agradable presencia y un buen padrinazgo lo ubicaron en los primeros lugares de su época.

Comenzó en el teatro, después cantó con Osvaldo Fresedo y, brevemente, con Carlos Di Sarli. La unión con Francisco Canaro, que le deparó giras, radio y obras teatrales que duraban un año, hicieron posible su ascenso a la fama.

La popularidad de Canaro fue inmensa en su apogeo y Famá participó en esta etapa consagratoria, uno de los capítulos de oro de nuestro tango.

No obstante la cantidad de grabaciones, su trayectoria no fue extensa, apenas catorce años en el quehacer artístico, a los treinta y cinco años ya estaba retirado del espectáculo.

MARIO BUSTOS: A ver, Lázzari, probalo!» exclamó Curi, el representante de D'Arienzo. «¿Y para qué? ¿Yo, una prueba?... ¡No! A mí me vinieron a buscar, no vine a pedir trabajo. Yo no hago pruebas. Quiero hablar con D'Arienzo.»

Tenía su carácter, por momentos soberbio. Finalmente vino D'Arienzo: «Quisiera hablar sólo un minuto con usted», le dijo en tono imperativo, pero D'Arienzo aceptó. Caminaron hasta un rincón del estudio donde había un piano, pero nadie se sentó al piano. Entonces le dijo: «Mire maestro... -y se lanzó-: "hace cinco días, loco de contento"...» Así se mandó la primera parte de "Justo el 31". D'Arienzo llamó a Curi y le ordenó que Lázzari lo escuchara y despidiera a los demás postulantes, que eran como cuarenta. Después se dirigió a Eduardo del Piano que lo había llevado y le dijo: «Eduardo, ya está, era lo que estaba buscando.»

Así comenzó el segundo y último dúo exitoso que tuvo la orquesta en su larga trayectoria, el primero Echagüe-Laborde, y ahora Jorge Valdez y Mario Bustos.

El hecho ocurrió en Radio El Mundo y fue una idea de Eduardo del Piano, amigo de D'Arienzo y de Bustos, en el momento que se enteraron que el dúo famoso estaba en retirada. Por aquel entonces, el joven vocalista actuaba en el Palacio con una orquesta propia que dirigía Osvaldo Piro.

Nació a metros de la esquina de Yatay y Díaz Vélez, barrio de Almagro. De pibe andaba canturreando por la casa, aparte de cumplir con el colegio y jugar al fútbol en la calle. De muchachito se inclina por el billar y cuando se aparecía por el café Cervantes de Méjico y Entre Ríos, ya es "el Duque", por su tendencia a mostrarse atildado, cuidando la pinta.

De pibe andaba canturreando por la casa, aparte de cumplir con el colegio y jugar al fútbol en la calle. De muchachito se inclina por el billar y cuando se aparecía por el café Cervantes de Méjico y Entre Ríos, ya es "el Duque", por su tendencia a mostrarse El debut fue en el "Marabú", enseguida comenzaron las grabaciones. Es posible que supiera poco de música, pero D'Arienzo tenía un ángel. En los ensayos, a su manera, daba las indicaciones y estaba en lo cierto, las partes salían mejor. Y en los locales, donde era costumbre hacer tres vueltas, él nunca aparecía en la primera y la orquesta nunca sonaba igual a cuando el maestro estaba al frente, su presencia la hacía crecer.

La relación entre ellos nunca fue buena y no terminó bien. Juan decía sus cosas de manera chocante y a Mario no le gustaba, él era difícil también. Hubo celos, pequeños enfrentamientos, un malestar permanente a cambio del buen trabajo y la popularidad. D'Arienzo gustaba de tener cámara y cuando estaban en la televisión se acercaba a los cantores y los dirigía con el dedo. Mario le dijo que no lo hiciera, no le gustaba. Hasta que un día se lo mordió. Todos lo tomaron como parte del show, pero en la intimidad se sabía que fue de bronca. Lo mismo cuando cantaba «no te quiero más ...» y Juan se acercaba al micrófono y decía el verso siguiente «ni te puedo ver».

atildado, cuidando la pinta.

Luego, la etapa como solista que comenzó acompañado por el trío de Carlos Galván, donde solían estar Jorge Dragone, a veces Julio Pane, también Marcheto... después Requena, Lacava, Ferri... En 1966 se va a Japón con Florindo Sassone pero como artista invitado. De regreso hicieron un mes en Radio El Mundo.

En 1978 fue a su hermano Nenín, entonces presentador en el "Marabú", que se le ocurrió festejar los 30 años de Mario con el tango y también fue una prueba, pués el "Marabú" no abría los domingos y el festival se hizo un domingo y fue exitoso, a tal punto que las funciones continuaron varios meses con un promedio de 700 personas por presentación.

Y llegó el final. Terminaba el año 1979 y su hermano piensa para el día treinta de diciembre juntar nuevamente al dúo Bustos-Valdez, pero no pudo ser. El día 26 por la mañana estaba hablando por teléfono con Jorge Dragone, ya que esa noche se presentan en "El Viejo Almacén", cuando no se siente bien. El mismo tomó un taxi y se fue al Hospital Italiano. Tenía un infarto. Fueron unos días de incertidumbre hasta el 2 de enero que falleció.

HORACIO DEVAL:Era dueño de una musicalidad envidiable, en la que se advierte una tremenda sensibilidad gardeliana, casi natural, no buscada ex profeso. Con un timbre, un fraseo y una coloratura especial que hacía que algún sector del público opinara que quería parecerse al "Zorzal".

Yo no opino de ese modo. La calidad de su registro de barítono y su exquisita media voz, era mucho más que una simple imitación, en todo caso puedo reconocer que hizo una recreación exagerada del espíritu y expresividad de Gardel, pero no una copia.

Tanto es así, que cuando se aparta del repertorio gardeliano, sin abandonar el estilo suyo de siempre, uno redescubre a una de las voces más importantes de su época.

Nació en el barrio de Boedo. Fue lustrabotas, repartidor de pan y peón en un frigorífico

Poco a poco fue desarrollando su vocación, su voz estaba presente en cualquier reunión social que se desarrollaba en el barrio. Allí vivían dos hermanos de apellido Cirulli, que actuaban en los bares de la zona, donde animaban a los concurrentes junto a las llamadas vitroleras, Adolfo logra que lo escuchen los Cirulli y en forma inmediata pasa a formar parte del grupo, hasta que otro vecino, el destacado pianista Enrique Mora lo incorpora a su cuarteto.

Llega el año 1941 y es requerido por el director del conjunto "Los andinos", don Silvio Spalleta y lo hace debutar en la emisora Radio Del Pueblo, muy escuchada por el publico tanguero.

Luego pasa por la orquesta de Carlos del Río, y en 1944 lo convoca el prestigioso bandoneonista Jorge Argentino Fernández. En ese año se inscribe en un concurso de Radio Splendid, con el nombre de Horacio Dreview, resultando el ganador del mismo y obteniendo como premio tres meses de contrato con la emisora.

Comienza a usar su actual nombre artístico con el binomio Sucher-Landi, hasta que es llamado por Miguel Caló para reemplazar al exitoso cantor Raúl Iriarte, lamentablemente no pudo llegar al disco con la "orquesta de las estrellas".

Graba por primera vez en 1949 con el maestro Joaquín Do Reyes, los tangos "Ventanita de arrabal" y "Lloró como una mujer", además de un notable éxito en Radio El Mundo y en el cabaret de la avenida Corrientes al 700, "El Empire".

Su nombre artístico fue inspirado en el de su hermano Aquiles que, como ya dijimos, cantaba bajo el seudónimo de Alberto Deval.

Comienza a crecer su fama y, a fines de 1950, es requerido por el maestro Horacio Salgán para compartir el rubro de cantor con Ángel "El Paya" Díaz.

A principios de 1951 graba con la orquesta de Salgán tres temas que a través del tiempo perdurarán como obras de antología: los tangos "Pobre colombina", "Sueño querido" y "Yo te bendigo". Antes de finalizar el año es contratado por el recién inaugurado Canal 7 de Televisión de Buenos Aires.

Sus éxitos fueron en forma progresiva, tuvo una breve temporada con la orquesta de Mariano Mores, grabaciones en el sello Music Hall, pero lamentablemente para el público argentino, Horacio era requerido continuamente en todos los países americanos, especialmente en los Estados Unidos, donde viajó, en 1972, para actuar en el famoso Waldorf Astoria de Nueva York, y decide radicarse allí.

Poco tiempo después conoce y se enamora de Gladiana Beltram, una colombiana con quien se casa, después de separarse legalmente de su primer matrimonio. De esta unión nace Grissell.

Este gran cantor y excelente persona, genuino representante del mejor estilo tanguero, falleció rodeado del amor de su hija y de su mujer, en Miami (Estados Unidos) ciudad donde residía.

ALBERTO GOMEZ: El éxito puede ser efímero, caprichoso, muchas veces inexplicable, y esto ocurre frecuentemente en el tango, donde nos cuesta entender el olvido o la trascendencia de sus protagonistas.

Alberto Gómez fue un cantor impecable, muy popular a través de su participación en el cine argentino, dueño de una voz refinada y con registro de tenor. Sin embargo su fama estuvo acotada al breve lapso de sus películas, a su época de cantor. El tiempo lo fue marginando lenta, pero implacablemente de la memoria popular.

Es cierto que buscó otros horizontes y también, como otros grandes solistas de la década del treinta, los años cuarenta lo encontraron recorriendo América Latina con un éxito extraordinario. Al igual que Charlo, Agustín Irusta y Hugo del Carril, fue embajador del tango en todo el continente.

Alberto Gómez tenía todo para ser primera figura, un registro brillante, una voz potente, un gusto delicado y un excelente repertorio.

Fue el cantor preferido de Enrique Santos Discépolo para interpretar su obra. Su versión de "Alma de bandoneón" resulta insuperable.

En el año 1933 Alberto Gómez interviene en la recordada película Tango, junto con otras grandes estrellas como Luis Sandrini, Libertad Lamarque, Azucena Maizani, Mercedes Simone y varios más en la cual participa como galán y como cantor.

Entre otras películas, en 1936 hace el rol protagónico de "Juan Moreyra" y, en 1952, en el filme "Donde comienzan los pantanos".

Como compositor le debemos los tangos: "Del tiempo de la morocha", "Tolerancia", "Que nadie se entere" –grabado estupendamente por Francisco Canaro-, "Cansancio" y su gran éxito "Que sea lo que Dios quiera" junto a su tema turfístico "Milonga que peina canas", su obra más recordada.

El actual resurgimiento del tango nos obliga a difundir la obra de Alberto Gómez, que está colocado en el nivel superior de las voces del tango. Y como tangueros y hombres de radio debemos rescatar para las nuevas generaciones su estilo, su personalidad y su extraordinario valor artístico.

JORGE MACIEL: Cantor correcto y afinado, con un estilo que a veces abusaba de recursos efectistas, es un típico exponente del cantor de orquesta de los años cuarenta.

Su paso por la orquesta de Alfredo Gobbi fue su mejor momento, aunque el repertorio elegido no fue demasiado trascendente. Sin embargo, siempre tuvo su público que lo siguió durante toda su extensa trayectoria.

No está en la galería de mis cantores preferidos, pero debo reconocer que contaba con una bella voz, una clara dicción y una llamativa potencia expresiva.

Nació en La Boca y se inició profesionalmente en 1940 cantando para un conjunto del barrio, después continuó con las formaciones de Juan Carlos Caviello, de Miguel Zabala "Zabalita", de Félix Guillán y de Roberto Caló.

En 1948 ingresa a la orquesta de Alfredo Gobbi y comienza su etapa consagratoria. Llega al disco al año siguiente y mete su primer gran éxito: el tango "Remembranza" de Melfi y Battistella. Disco RCA-Victor que tiene en el acople el tango "Independiente Club" de Agustín Bardi.

Con Gobbi hizo 18 registros, de estos uno a dúo con Ángel Díaz y tres con Héctor Coral. De su serie discográfica se destacan: "La intriga", de Héctor Stamponi y Héctor Marcó, que tiene una bella melodía y del cual no conozco ninguna otra versión; "El pollero" música y letra de Marcó; y su éxito más rotundo, "Canzoneta" de Erma Suárez y Enrique Lary.

En 1954 pasa a la orquesta de Osvaldo Pugliese y tiene como compañero a Miguel Montero. En el año 1968 comparte con seis de sus compañeros de la orquesta, la formación del Sexteto Tango. Estos son: Julián Plaza (piano), Osvaldo Ruggiero y Victor Lavallén (bandoneones), Emilio Balcarce y Oscar Herrero (violines) y Alcides Rossi (contrabajo).

Con el Sexteto hace veinticuatro registros, entre los que se destacan algunos tangos clásicos: "Sentimiento gaucho", "Mi dolor", mezclados con otros temas modernos: "Mi ciudad y mi gente", "Chiquilín de Bachín", etcétera.

Ya su voz no tenía la potencia de sus años mozos, pero mantenía su fuerza dramática y su singular estilo.

En el mes de febrero de 1975 es intervenido quirúrgicamente de una hernia y muere en la operación por no resistir la anestesia.

JORGE SOBRAL: Dotado de un estupendo registro de bajo barítono, Jorge Sobral fue uno de los más altos exponentes de la generación de cantores inmediatamente posterior a la del cuarenta. Afinado, de buen gusto y luciendo una técnica vocal que delata su estudio lírico con el maestro Fermín Favero, fue, sin duda, un excelente intérprete.

Su imagen está ligada a la televisión argentina, donde a sus dotes de cantor sumó una interesante labor de actor. Ejemplo de ello es su participación en el exitoso ciclo "Yo soy porteño", que se mantuvo por varios años consecutivos en la pantalla de Canal 13.

En 1959 integró la compañía teatral dirigida por el actor Francisco Petrone participando en la obra "La leyenda de Juan Moreira".

En 1961 partió de gira a Chile y Perú. Luego hizo varios temas, para la televisión, acompañado por las orquestas de Osvaldo Tarantino y Armando Calderaro y también repertorio criollo, acompañado por un conjunto de guitarras "Los platenses". Además del ya mencionado programa "Yo soy porteño", protagonizó junto a las actrices Marilina Ross y Selva Alemán "Buenos Aires 2040" y los principales programas musicales del Canal 13.

Como ya se dijo, su carrera de actor corre en paralelo con su labor vocal y es importante destacar su participación en una docena de películas en el país y en el exterior, compartiendo el cartel con figuras notables del cine. Entre otras destacamos: "El dinero de Dios" (1959), "Don Frutos Gómez"(1960), "Buenas noches Buenos Aires" (1963), "María y la otra", hecha en España, allá por el 67.

Durante su trayectoria obtuvo varios galardones como: ganador del Festival de la Canción de 1965, finalista del Festival de Benidorm de 1967 (Valencia, España), Disco de oro en 1968 (Caracas, Venezuela). Gana el premio "Florencio Sánchez", al mejor director de espectáculos musicales, temporada 1973-1974 en Mar del Plata. Como cantor y cantante obtiene el "Quinquela Martín de Oro en 1991 y al año siguiente el "Premio Goya" en Madrid.

En noviembre de 1969 resultó ganador del Primer Festival Buenos Aires de la Canción y la Danza, con el tango "Hasta el último tren", de Julio Ahumada y letra de Julio Camilloni, relegando al segundo puesto la famosa "Balada para un loco", de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer.

En 1993 grabó un disco compacto interpretando el papel de Juan Perón, en la ópera "Evita", del maestro Andrés Pedro Risso, y encarnó exitosamente papeles protagónicos en las óperas "Amalia", "Lola Mora" y "Alfonsina", del mismo autor. La soprano Marcela Ríos fue la figura principal femenina en las tres.

En 1995, durante cinco meses, se presentó en el teatro "On the Square", con el espectáculo "Forever" tango de la ciudad de San Francisco, California, Junto a los bailarines Mayoral y Elsa María y la cantante Marcela Ríos.

A su regreso y hasta el 2005, actuó en diferentes escenarios porteños, como: El Viejo Almacén, en su reapertura, el Café Malher, el Café Orión de Mar del Plata, y en el nuevo Caño 14 en el barrio de la Recoleta de Buenos Aires.

El 25 de mayo de 2000, actuó en el Festival de Tango de Alcantarillas, en Murcia, y, aprovechando su estadía en España, grabó en Madrid dos compactos, con el maestro Dioni Velázquez.

En su dilatada carrera llevó al disco más de trescientos temas, de los que destacamos las grabaciones realizadas con la orquesta del pianista Juan José Paz, donde entre otros, registra el premiado "Hasta el último tren", su tema "Che Caracas" y una curiosa versión de la milonga de José Larralde "El porqué".

ALBERTO ECHAGUE: Es verdad, Echagüe no fue técnicamente un gran cantor y más si lo comparamos con la excelencia vocal que abundaba en la década del cuarenta. Pero reconozcamos que cuando se lo permitía el vértigo de D'Arienzo, afloraba una voz sensible, por momentos dramática, que sabía contar eficazmente el relato de la letra.

Fue el cantor más importante de la orquesta, el más taquillero, pero además, un caballero, un hombre de bien al que nunca la fama lo mareó y que, pese a los avatares de su carrera artística, supo formar una familia y ganarse el cariño de todos los que lo conocieron.

No puedo evitar encontrarle algo familiar con Ángel Vargas. No se si el estilo canyengue, o el fraseo reo, o el registro, pero algo tienen, más allá del hecho de que ambos cantaran para Ángel D'Agostino. Pero lo cierto es, que la carrera de uno y otro estuvo signada por la calidad y repertorio de dos orquestas muy diferentes, donde evidentemente, Echagüe no resultó beneficiado.

Comienza cantando desde muy chico en la ciudad de Rosario (la ciudad más importante de la provincia de Santa Fe, distante 300 km de Buenos Aires).

En los primeros años de la década del treinta se muda a Buenos Aires y debuta en Radio Stentor con su nombre artístico Alberto Echagüe.

En el año 1932 es cantor de la orquesta de Ángel D'Agostino, actuando en el cabaret Casanova y en el teatro París. Es el propio D'Agostino quien le presenta a Juan D'Arienzo, que lo invita a Radio El Mundo a escuchar su orquesta. Allí se produce la chispa que enciende uno de los binomios más populares del cuarenta: D'Arienzo-Echagüe.

Cuenta Gutiérrez Miglio, en su libro “El tango y sus intérpretes” volumen 1, que en esa ocasión cuando «llega el momento y la orquesta irrumpe con el tango "Madre", Alberto Echagüe le hace una seña a D'Arienzo ofreciéndose para cantar el estribillo. El maestro, con la cabeza, contesta afirmativamente y Echagüe canta. Al rato llega el director artístico de la radio y pregunta quién cantó. D'Arienzo le contesta y el director le dice: “Ese es el cantor de tu orquesta”.»

Actúan en el cabaret Chantecler, en Radio El Mundo y en un sinnúmero de bailes y clubes. El suceso es impresionante, dejando en el disco 27 temas, comenzando por "Indiferencia", el 4 de enero de 1938, hermoso tango de Juan Carlos Thorry y Rodolfo Biagi, finalizando esta etapa el 22 de diciembre de 1939 con "Trago amargo" (de Rafael Iriarte y Julio Navarrine).

La relación del cantor con “El Rey del compás” tuvo varias etapas, que se prolongan hasta el año 1975. La segunda de ellas comienza en 1944 y va hasta 1957, es la más prolongada, y también la más exitosa. La orquesta es una tromba y el cantor no le va en zaga. La calidad de los temas es muy dispar y el repertorio apuntaba al éxito comercial y no al logro artístico.

No obstante lo expresado algunos temas son antológicos: "Este carnaval" (de Luis y Miguel Caruso), "Paciencia" (de D'Arienzo y Francisco Gorrindo) y la singular versión de "Esta noche me emborracho" (de Enrique Santos Discepolo) son pruebas de esta aseveración.

El otro cantor de la orquesta era Armando Laborde que, por su estilo y características vocales era un ideal complemento al trabajo de Echagüe.

En 1968 comienza la tercera y última etapa con el maestro D'Arienzo, viaja a Japón y obtiene un extraordinario éxito. Lo curioso de la anécdota es que la orquesta viaja sola, sin su director que era fóbico a los aviones.

Los tiempos habían cambiado, el deterioro artístico era evidente, pero los fanáticos seguían fieles al ritmo y a la voz del famoso rubro. De esta época rescato el tango "Mala suerte" (de Francisco Lomuto y Francisco Gorrindo) grabado el 11 de diciembre de 1974, y "Vamos Topo todavía", dedicado al jockey uruguayo Vilmar Sanguinetti, del 31 de enero de 1975, es decir un año antes del fallecimiento de D'Arienzo y la última del binomio.

Alberto Echagüe fue un viajero incansable, recorrió toda América y Estados Unidos, donde estuvo en cinco oportunidades.

Es autor de los tangos "Gladiolo", "Tus cartas cómo tardan" y "La tango", todos ellos con música de Carlos Lázzari; "Alias Orquídea", con el productor televisivo Alfredo Gago y "Porque tú me lo pides", con Enrique Alessio.

HECTOR MAURE: Su línea interpretativa era dramática y al mismo tiempo melódica. Una voz particular, de registro barítono atenorado, agradable timbre y clara dicción, voz potente, melodiosa y afinada, de corte gardeliano.

Nació en el barrio de Palermo. Tenía un físico llamativo y le gustaban los deportes. Los guantes los practicaba en el Boxing Club Colegiales, que quedaba muy cerca de su casa.

Desde 1933 a 1937, los pocos pesos que ganaba los hizo boxeando, hasta que un golpe lo hizo abandonar la actividad para dedicarse solamente el canto.

En 1936, por gestión de unos amigos, se presentó en el café "Río De La Plata", que quedaba frente al monumento al Cid Campeador, en la esquina de las avenidas Ángel Gallardo y Honorio Pueyrredón. Allí debutó usando el nombre Tito Falivene y estuvo actuando durante tres meses. Posteriormente cantó en un festival, que se desarrolló en el cine Argentino del barrio de Palermo, acompañado por las guitarras de Osvaldo Avena, Pablo Rechia y Antonio Ianigro.

En 1937, tiene la suerte de ser acompañado por la orquesta de Anselmo Aieta, en un local dentro de la Exposición Rural, en el predio que actualmente existe frente a Plaza Italia en Palermo.

En ese mismo año, continúa su carrera con la Orquesta Característica Porteña, dirigida por Dante Liguori. Al poco tiempo, participa del segundo concurso auspiciado por el jabón "Puloil", que se desarrollaba en Radio Belgrano y tenía 5000 inscriptos, de los cuales se seleccionaban las diez voces nuevas del año 1938. El concurso anterior lo había ganado el cantor Hugo Gutiérrez, siendo el segundo premio para Andrés Falgás.

La elección se definía con el voto de los oyentes que superaron los 200.000. A los participantes los acompañaban la orquesta de Juan Canaro y las guitarras de Vila, Ciaccio y Cortese.

Nuestro joven aspirante se presentó como Vicente Falivene y cantó dos tangos: "Lo han visto con otra" y "Confesión"; finalmente resultó ganador. El premio consistía en seis meses de actuación a 500 pesos por mes.

Como dato curioso, del resto de los seleccionados, sólo podemos destacar a Chola Luna y en un plano menor a Laurita Esquivel. El resto no trascendió.

Hasta el año 1940 actúa en varias emisoras y luego se emplea en la bodega "La Superiora". En ese momento, disminuyen sus actuaciones por un breve período, donde podemos destacar su actuación, durante 15 días, junto a la orquesta de Alberto Pugliese (hermano de Osvaldo Pugliese).

A raíz del retiro del cantor Carlos Casares de la orquesta de Juan D'Arienzo, el director inicia una búsqueda para su reemplazo. La prueba se hizo en la sala "B" de Radio El Mundo, donde concurrieron numerosos aspirantes. Casi al final, le tocó el turno a nuestro cantor y, acompañado al piano por Fulvio Salamanca, ya cansado de tanto trajín, cantó el tango de Pedro Maffia y Celedonio Flores "La mariposa". Fulvio cansado al escucharlo se reanimó y miró hacia arriba, donde estaba D'Arienzo, entonces alentó al muchacho: «¡Dale pibe, que ya te compraste al maestro!».

Como era de suponer, el debut se produciría en el reducto habitual del director, el cabaret "Chantecler". En esa oportunidad comienza a utilizar su nombre artístico, Héctor, por Héctor Varela, primer bandoneón y arreglador de la orquesta y Mauré, pensando en la esposa de D'Arienzo, que se apellidaba Maure, sólo le agregó el acento.

El 12 de diciembre de 1940 hace su debut en el disco con el vals de Juan Carlos Gravis "Flor de mal", del otro lado "Esclavas blancas" de Horacio Pettorossi, cantado por Alberto Reynal. Su última grabación con D'Arienzo fue el 21 de julio de 1944, con el tango "Amarras" (de Carlos Marchisio y Carmelo Santiago), fueron en total 50 registros.

El primero de enero de 1945 comienza su labor como solista, actuando en Radio Belgrano, con orquesta propia dirigida por el bandoneonista Alberto Cima.

También actuó con los conjuntos de guitarras de José Canet y de Roberto Grela.

Su éxito era muy grande y prácticamente no hubo día que no tuviera trabajo, se presentó en todos los pueblos y también en Uruguay. A fines de 1949 es tentado por Juan Canaro y se embarca rumbo a Francia. Pero las desavenencias con el director llegaron antes que el debut. Regresó frustrado, pero con el saldo positivo de haber tomado unas clases con Andrés Huc Santana, que era el primer bajo de la Opera de París.

Se casó en 1953 con Susana Esther Bassini. Vivió en nuestra capital y unos años más tarde adquirió su casa propia en la ciudad de Ituzaingó (a unos 22 kilómetros del centro de Buenos Aires). Fue padre de tres hijas.

En septiembre de 1955, a raíz de la caída del gobierno del General Perón, del cual era adherente, fue marginado de todas las radios.

En 1960 comienza lentamente a desaparecer el tango de la radio y la televisión, las empresas son tentadas a dar paso a nuevos ritmos. De tantos sitios donde Mauré se presentó en ese entonces debemos recordar "El Rincón de los Artistas" de los hermanos Forastieri, reducto que defendió hasta las últimas consecuencias la difusión del tango y, donde además, Héctor Mauré debutara el 7 de noviembre de 1965 y fuera artista exclusivo hasta el 9 de mayo de 1976.

Tres días más tarde, imprevistamente, en su casa, un infarto al miocardio ponía fin a su existencia.

Dejó 293 grabaciones para los sellos Víctor, Orfeo, Columbia y Music Hall.

Además de los músicos ya mencionados, fue acompañado por las orquestas de Carlos Demaría, Juan Sánchez Gorio, Héctor Varela, Lito Escarso, Jorge Dragone, Leopoldo Federico y también un conjunto propio dirigido por Pascual Elía. En muchos casos ni figuraba el nombre de la orquesta en el disco, tal el caso de Héctor Varela que lo acompañó con un sexteto.

Como autor y compositor registró en SADAIC 26 temas, uno de ellos, el tango "Oro y diamantes", fue grabado por Juan D'Arienzo.

Como dato simpático y curioso, recordemos que su primer representante artístico fue el famoso comediante Fidel Pintos.

Sus interpretaciones de los tangos "Amarras", "Cicatrices" y "Cosas olvidadas" están impresas en la antología del mejor tango, por su voz cálida, su espíritu gardeliano y su impronta de porteño cabal.

HERNAN SALINAS: Fue un cantor que transmitió e interpretó con una brillante sonoridad. Poseía un registro de barítono bien definido y una sensibilidad gardeliana, que me hacen pensar que, junto a Rubén Juárez y Hugo Marcel, formó parte de la mejor trilogía vocal producida después de 1960.

Nació en la localidad de Quitilipi, en la provincia del Chaco, en el noreste de Argentina. A los nueve años de edad sus padres se radicaron en la Provincia de Buenos Aires, en La Tablada, muy cerca de la Capital.

Ya con 17 años, comenzó a cantar en las cantinas, en espectáculos barriales y, a mediados de 1975, participó en el concurso organizado por Canal 9 de televisión, en el programa "Grandes valores del tango", donde resultó ganador de una ronda.

Al año siguiente, a través de distintas recomendaciones, hizo una prueba en el sello Odeon ante el director artístico Esteban Decoral Toselli, que en ese momento había decidido darle un nuevo impulso al tango, en especial, a jóvenes intérpretes. En octubre de 1976, se realizó en Buenos Aires el Festival OTI de la canción y Odeon participó con Hernán Salinas, quien ya había adoptado su nombre artístico para no ser confundido con el ya retirado Roberto "Cholo" Aguirre.

En el certamen contó con el acompañamiento de Carlos García en los temas "Duende callejero" y "Rosas de ilusión" que fueron el contenido de su primer disco simple. En 1977 registró un larga duración llamado "Tango mío", siempre con arreglos y dirección de Carlos García. También, fue contratado por Canal 7 para participar en el programa "Raíz y canto", conducido por Antonio Carrizo. Posteriormente, actuó como solista en "Grandes valores del tango".

En 1980, grabó su segundo larga duración, "Juventud y Personalidad", acompañado por la orquesta de Armando Pontier, destacándose las versiones de "Desvelo", "Íntimas", "Las 5 en punto", de Pedro B. Pérez y "Sombra mía", de José Oliveira.

Durante ese año, la Banda de la Armada Argentina alquiló los estudios de EMI-Odeon, para grabar un disco con marchas patrióticas. El director le solicitó a Coral Toselli los servicios de algún cantante de la compañía y este recomendó a Hernán, quien resultó la voz de la Marcha Oficial del Mundial de Fútbol de 1978.

El año 1980 fue muy importante en su carrera porque ingresó a la recién fundada Orquesta del Tango de Buenos Aires, dirigida por los maestros Carlos García y Raúl Garello y en la que continuaría hasta su muerte, durante 23 años.

En 1981, grabó otro disco: "Esas cosas de mi barrio", secundado por la orquesta de Osvaldo Tarantino. Al año siguiente, una nueva satisfacción, el maestro Osvaldo Pugliese lo invitó a grabar con su orquesta el tango "Contame una historia" y, para el sello C.B.S., otro maestro, Alfredo De Angelis, hizo lo mismo para grabar el vals "Tengo mil novias".

En 1987, es requerido por Daniel Piazzolla a pedido de su padre, para actuar en Francia en la Operita "Maria de Buenos Aires", de Astor y Horacio Ferrer. El éxito fue tal, que Piazzolla y todo su elenco permanecieron dos años en Europa.

Al regreso, volvió a grabar. En esta oportunidad, dos discos: uno con la Orquesta del Tango de Buenos Aires, para el sello Melopea, en vivo, y otro, para RCA-Victor, con la orquesta de Saúl Cosentino.

Fue uno de los cantores que más ha viajado. Estuvo varias veces en Japón con la Orquesta del Tango de Buenos Aires. También, con Mauricio Marcelli, en Estados Unidos, Holanda, Francia y otros países. En 1999, viajó a Noruega, invitado para cantar en cuatro conciertos, con la filarmónica de Oslo.

Falleció a raíz de una enfermedad pulmonar, recién cumplidos los 47 años, dejándonos el recuerdo de su hombría de bien y su arte.

JULIO PANE: Representante genuino del expresionismo en el bandoneón que hiciera escuela Pedro Laurenz, es un alarde de sobria virtuosidad interpretativa, sin estridencias ni malabares, donde confluyen el buen gusto y la excelencia conceptual del mejor tango.

Pero el fraseo de su bandoneón recorre variados caminos, que al transitarlos, nos ofrecen una infinidad de climas donde el sentimiento del artista combina las delicadas formas de Pedro Maffia con la pereza rezongona de Aníbal Troilo y el vigor contemporáneo de Astor Piazzolla.

Su dominio absoluto del instrumento y la elección del repertorio, manifiestan las exigencias que impone su propuesta, que se traducen también en el talento sugerente de sus arreglos y orquestaciones. Nació en el barrio del Abasto,

OSVALDO RIBO: Un artista que trabajo su voz, la educó y que aún nos sigue deleitando con su fraseo delicado y su cálido timbre. Pertenece a una generación de cantores que disfrutó el final de los 40, pero que luego tuvo que luchar por mantener vivo el tango del 60 en adelante.

Nació en Victoria, provincia de Entre Ríos. Su vocación por la música y el canto despertó tempranamente.

Hacia 1944 actúa con la orquesta de Alfredo Gobbi utilizando el seudónimo Julio Lucero en el cabaret "Sans Souci".

uando el cantor Enrique Campos se va de la orquesta de Ricardo Tanturi, el director comienza a probar una importante cantidad de postulantes. Tanturi buscaba voces con personalidad y por ese motivo elige la de Andrés Osuna. A raíz de un concurso propuesto por el auspiciante del programa radial donde actuaba Tanturi, los oyentes proponen el nombre artístico del cantante recién incorporado. Así surge su seudónimo Osvaldo Ribó.

Su primera grabación fue a dúo con Roberto Videla, el 16 de agosto de 1946, el vals "Amores de estudiante", dejando registrados 14 temas con Tanturi. Su gran éxito fue y, sigue siendo, el tango "Papel picado", de Cátulo Castillo y José González Castillo.

En 1954 ingresa a la orquesta de Lorenzo Barbero y graba dos tangos: "Noche de locura" (23/7/1954) y "No quiero verte llorar" (20/5/1955).

En 1960 se vincula al bandoneonista Ángel Domínguez y graba "Aquel nocturno" con la orquesta de Héctor Gondre, el bandoneonista de Ricardo Tanturi.

Después pasó a la orquesta de Mariano Mores, con quien tuvo una mala experiencia, según sus propias palabras, y actuó en televisión.

Como dato curioso se puede señalar que Ribó tiene dos hijos, un varón y una mujer, esta última, la actriz Olivia Hussey, la Julieta de la película "Romeo y Julieta" del director italiano Franco Zefirelli.

Osvaldo Ribó es un hombre de largas e interesantes reflexiones, de una simpatía natural y una personalidad delicada, amante de relatar historias graciosas hilvanadas una tras otra. En resumen, una persona simple y sencilla con una voz educada y diáfana que le permitió seguir trabajando permanentemente.

Pepito Avellaneda

Bailarín
(30 de noviembre de 1930 - 29 de abril de 1996)
Nombre real: José Domingo Monteleone

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Yo empecé a bailar a los doce años en unos Carnavales en Avellaneda… Soy descendiente de italiano y español. Iba a bailar en el Salón Duca, en el año 40, 45, 46. Empecé a bailar, me tiré a bailar. En el 45 di la primera exhibición: fue en el Teatro Roma de Avellaneda. Yo tenía quince años. Bailé con la hija de Royuelo, un kinesiólogo de Independiente…

El baile para mí es todo, yo me alimento. Yo bailo y me alimento. Yo tenía muchos contratos, por ejemplo en las provincias: Salta, Córdoba, Tucumán. Y yo, aunque no me dieran nada, yo bailaba porque lo sentía. O sea que hacía lo que a mí me gustaba y me pagaban encima. Eso es hermoso. O sea que yo me alimento con el tango, me gusta dar clase. Me paso todo el día dando clase. En Europa me quieren mucho. Tal es así que recibo cartas, recibo invitaciones, es muy lindo…

Y aprendí solo. Fue salir, hacer un paso, otro paso. Y ya me tiré. Después, estaban las prácticas en los clubes, entre hombres. O sea, yo te llevaba a vos, vos me llevabas a mí: o sea, se aprendía a guiar una mujer. Eso para bailar el domingo, el sábado. Practicábamos para crear algunos pasos. No había mujeres en las prácticas. Era sólo entre hombres. Lo practicábamos para bailar con la novia, con la mujer. Es más fácil bailar con una mujer. Hay hombres que bailan como mujer. Muy bien. Y había alguno que hacía de mujer para saber qué hacía la mujer. Si sabés llevar a un hombre es más fácil llevar a una mujer. La mujer aprende mucho más rápido que el hombre. Porque el hombre tiene que saber guiar un determinado paso, pensar en el paso, cómo guiarla. Y eso es difícil. Ahora si hacen una coreografía, ya no es lo mismo. Ya es una cosa de utilería. Pero el milonguero tiene que saber llevar. Y hay muchos que bailan llevando. Hay otros que bailan por computadora. O sea, una coreografía, y chau. Pero van a un salón y no saben bailar. Eso pasa con muchos bailarines. Profesionales. Que ahora yo los veo mucho en las milongas para ambientarse, cómo es la milonga y cómo se debe guiar a la mujer en determinado paso…”