miércoles, 17 de octubre de 2012

“El amigo alemán”, un amor en medio de la Historia


La película es una co-producción argentino alemana, dirigida y escrita por Jeanine Meerapfel, una cineasta nacida en Alemania que vivió algunos años de su infancia en nuestro país. De allí, en parte, surgen las bases argumentales de esta pieza, aunque su directora se encargó de aclarar que la trama no es un reflejo fiel de su propia biografía.

La bella Celeste Cid y el actor alemán Max Riemelt son los jóvenes protagonistas y su historia romántica, es el principal móvil de esta película. El film cuenta también con las participaciones especiales de Jean Pierre Noher, Daniel Fanego, Carlos Kaspar y Adriana Aizemberg.
Muchas son las temáticas y propósitos que se presentan en “El amigo alemán”, quizás ese sea su principal pecado, tratar numerosos tópicos sin terminar de profundizar en ninguno.  El romance entre Sulamit  (Celeste Cid) y Friedrich (Max Riemelt) transita el desarrollo del relato, la cual se encuentra obstaculizada por un vaivén de idas y venidas como resultado de conflictos familiares, viajes al exterior, proyectos frustrados, desencuentros y sucesos verídicos de la historia nacional e internacional.
En principio, la película nos ubica en un barrio acomodado de Buenos Aires a mediados de los años 50. Siendo los protagonistas casi niños, sus vidas se mueven aún a la par de las decisiones de los adultos. Sulamit, una joven de familia judía-alemana y Friedrich, un argentino descendiente de alemanes, son vecinos y gustan de compartir tiempo juntos. El paso de los años los llevarán a abrir los ojos al mundo y a descubrir verdades e injusticias que los marcarán de por vida.
La caída del gobierno peronista, los totalitarismos, el sometimiento de la religión judía, los movimientos universitarios, la dictadura latinoamericana y los desaparecidos, son  algunas de las problemáticas que se presentan en el film. Un argumento complejo y vasto, por el que se harán camino las angustias, los sueños y el romance.
No sorprende que el universo de los intelectuales y el idealismo de la revolución se encuentren inmersos en las ilusiones de una juventud acomodada, que puede darse el lujo que luchar por la liberación de otros, sin terminar nunca de resolver sus  propios conflictos.
Respecto al trabajo de los artistas, Celeste Cid se destaca por belleza y espontaneidad, en torno a un guión demasiado pretencioso. Muy interesante la interpretación de los actores argentinos del idioma alemán, que se alterna con el castellano. Sin embargo, en algunos pasajes se evidencia un mal trabajo del doblaje y se entorpece la fluidez de los diálogos.
“El amigo alemán” trata de un amor intelectual que se hace lugar en medio de los conflictos. Un romance que se consolida con los años y la distancia y se alimenta de los sueños y las frustraciones de una relación desencontrada e imperfecta; y por eso mismo, al igual que los sentimientos verdaderos, resulta mucho más realista y sincera.

Viviana Cipolla
Corresponsal Espectáculos – LU3 AM 1080
“La fama es puro cuento”
Octubre 2012 

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