Se trata de la última película de
Ricardo Darín, un nuevo thriller protagonizado por el actor argentino más
aclamado y exitoso de nuestro cine en los últimos años. Todas sus
participaciones en el séptimo arte son una cuota de calidad y sus productos
suelen tener una aceptación favorable tanto por el público como por la crítica.
En esta oportunidad, lo acompañan
Arturo Puig, Calu Rivero
(su primera incursión en la gran pantalla) y el actor español Roberto Ammann. La dirección está a cargo de
Hernán Goldfrid (Música en espera).
Rodada en la
Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, sus pasillos, aulas,
calles y cafeterías, son ahora parte de nuestro universo cinematográfico, cotidiano
y familiar.
Roberto Bermúdez (Darín) es un abogado de 55
años y de reconocida trayectoria, que desde hace un tiempo se dedica exclusivamente
a la docencia en la Facultad de Derecho de la UBA. También escribe libros y
dicta un Seminario sobre Derecho Penal. Asimismo, producto de los años de
ejercicio y el cansancio de su profesión, se encuentra algo desilusionado con
respecto a la aplicación de la ley y la construcción de la justicia. Divorciado
de su mujer, sus jóvenes y entusiastas alumnas, quienes a su vez lo veneran y
respetan, son su debilidad y el centro de descargo de su energía libidinal.
En uno de sus cursos se encuentra Gonzalo, un
flamante abogado, brillante y muy bien educado, hijo de un diplomático español
y amigo de Roberto, que profesa una gran admiración hacia él, pero que al mismo
tiempo, se anima a cuestionarlo y desafiarlo.
El núcleo de la historia se afirma cuando se
descubre el cadáver de una alumna en el estacionamiento de la Facultad, muy
cerca de donde Roberto se encuentra dictando su seminario. Al acercarse a la muchedumbre y observar el
cuerpo ultrajado y sin vida, Bermúdez asume
el caso casi como un desafío personal. Por sus años de experiencia, él puede
leer en el cadáver, pistas y huellas que la policía, a simple vista no comprendería. Siente como si el asesino – alguien a quien
cree conocer - le estuviese enviando una invitación a involucrarse en la investigación. Pronto
aparecerán sus sospechas y sus estrategias para descubrir al homicida y ganar
esta última batalla.
Mientras tanto, nuestro protagonista se entusiasma
sentimentalmente con una joven (Calu Rivero), que es también la hermana de la víctima. En búsqueda
de respuestas y nuevas pistas, comenzarán un vínculo, algo retorcido, que
complica la investigación, tornándola violentamente peligrosa.
“Tesis sobre un
homicio”. Crímenes,
abogados, pistas, teorías y cavilaciones,
es imposible no encontrar en esta obra nacional, ciertas
reminiscencias de “El secreto de sus ojos”. Comparten protagonista y temática, no así
la riqueza y la dulzura del resto de sus personajes secundarios. Es un buen
producto, un thriller inteligente, creado con enorme profesionalidad y respeto
hacia el público. No está a la altura de su predecesora, pero al igual que ésta,
invita a reflexionar y abrir bien los ojos. Vale la pena darle una oportunidad
a esta nueva propuesta del cine argentino.
Viviana Cipolla
Corresponsal de
Espectáculos “La fama es puro cuento”
Enero 2012
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