El próximo Domingo
02 de Noviembre la cantante Nora Roca, ganadora del Premio Carlos Gardel a
Mejor Álbum Femenino de Tango 2014, se presentará en el Teatro Municipal de
Bahía Blanca junto a la Camerata Tanguera Carlos Di Sarli de la ciudad dirigida
por Víctor Volpe.
Nora nació en Ingeniero
White y hace ya varios años reside en Buenos Aires, habiendo obtenido gracias a
su esfuerzo permanente un importante reconocimiento en el ámbito de la música
ciudadana.
En una entrevista
exclusiva para “La Fama es Puro Cuento” Nora se refirió al galardón obtenido
por su primer disco Esencia de tango:
“Este premio llega en un momento bisagra de mi vida. Significa el gran
reconocimiento, pero también es un gran desafío. Es una llave que puede abrir
muchas puertas. En lo personal, la alegría de recibir tantas expresiones de
afecto, que es como un motor que me impulsa”.
¿Con qué expectativa volvés a Bahía Blanca a presentar el
próximo show?
“Con el deseo de
reencontrarme con la gente. Con Víctor Volpe y con todos los músicos. Con ese
público que me acompañó y me apoyó desde mis comienzos. Que me vieron crecer,
evolucionar. Con la gente que me vaya a escuchar por primera vez. El
reencuentro con toda la gente de los medios, que siempre me tendió una mano,
desinteresadamente. Va a ser la celebración que todavía no pude hacer. Quiero
compartir con todos ellos este trofeo”.
¿Cuáles son tus objetivos futuros?
“Programar una
próxima grabación. Para esto ya estuve en conversaciones con directivos del
sello Melopea y un productor ejecutivo, interesado en apostar a un nuevo
trabajo de Nora Roca. Ojalá se concrete. También comenzar a viajar y apostar al
proyecto que tenemos desde hace tanto tiempo con Vìctor Volpe y también con el
Grupo Volpe Tango Contemporáneo. Creo que es tiempo de concretarlo”.
¿Cómo descubriste que tu vocación estaba junto al tango?
“Si hablamos de
vocación, tengo que decir que mi vida, fue marcada fuertemente por la danza,
desde mi niñez. Al canto, llego en la adolescencia y no precisamente con tango,
porque ese género no me atraía. Mi cabeza estaba en lo que escuchábamos los
adolescentes de esa época. Hice algo de repertorio folclórico en la etapa de la
secundaria, de la mano de la profe
Sarita Cappeletti. Quizás el hecho de que se escuchara en casa y que mis padres
lo bailaran en alguna reunión familiar o a veces en casa mismo, hizo que esa
semilla germinara con el paso del tiempo.
El encuentro con el
bandoneonista platense Hugo Marozzi, marcó el comienzo del camino que hoy estoy
transitando. Lo que sólo era cantar los tres o cuatro tangos que sabía para los
compañeros del Banade en alguna reunión de camaradería, dio paso a la ampliación
del repertorio y las primeras presentaciones en público de la mano de Hugo
Marozzi.
Posteriormente, el
gallego Rubén Martínez me dio la posibilidad de cantar con arreglos a medida y
orquesta, contando con la presencia de músicos de la Orquesta Sinfónica y en el
escenario del Teatro Municipal.
¿Qué significa para vos que el reconocimiento a la
trayectoria que te será entregado por el CEDICUPO?
“Es la primera vez
que voy a recibir un reconocimiento a la trayectoria, y será por partida doble.
Recibirlo del Cedicupo, será un honor, ya que se trata de una entidad que se
dedica al estudio y a la difusión de la cultura popular argentina, y brega por
la defensa de las raíces”.
¿Quién
o quiénes son tu espejo y/o referentes en el tango y en la vida?
“Mis referentes en el
tango son varios. De todos he tratado de aprender, el estilo se va forjando de
esa manera. La clave es encontrar un sello propio. Puedo mencionar al Polaco Roberto Goyeneche, por su fraseo
que me marcó a fuego. A Virginia Luque, que al escucharla tantas veces en vivo,
o en el disco, me enseñó a trabajar los matices en la voz; en una grabación,
esto es fundamental. Susana Rinaldi que, aparte de su canto, me maravilló con
su manejo de la escena. Rubén Juárez, a quién tantas veces escuché en el Café
Homero, también es uno de mis referentes porque aparte de cantar
magistralmente, fue un actor: yo le compraba la historia que él me contaba. Eso
trato de hacer cada vez que canto. Contar la historia, hacer que la gente que
me escucha pueda ver a esos personajes del cuento.
En lo personal, mi
espejo son mis viejos, mi primera escuela de vida. Mis maestros de la escuela primaria.
Mi maestra de danzas. Mis maestros de canto. Tantas bellas personas que he
encontrado a lo largo del camino, y que me han dejado enseñanzas de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario